Este cacahuate tiene personalidad propia: su cubierta doradita y su chilito con sabor (pero sin picar) lo convierten en el snack ideal para todos. Tiene ese balance perfecto entre crujiente, sabroso y divertido, el tipo de botana que puedes disfrutar sin parar mientras ves una peli, platicas con amigos o simplemente te das un gusto. ¡No pica, pero sí enamora!
